En realidad es un té verde, la diferencia es que para producir esta variedad solo se recogen de la planta los brotes aún cubiertos de un corto vello blanco que crecen al principio de la primavera, estos se dejan secar sin ser manipulados ni fermentado.
En primavera es justo cuando todas las propiedades beneficiosas y los nutrientes primordiales se concentran en ese punto. Por otro lado, esta variedad es capaz de reducir la producción de lípidos hasta 10 veces mejor que el verde.
Además el blanco por sí solo es bastante más eficaz que la vitamina C y la vitamina E juntas. Después de cosecharlos, se dejan marchitar para que se evapore la humedad y se dejan secar al aire libre sobre paños de seda.
Las yemas sin abrir de la planta tienen pelos blancos plateados que dan su aspecto blanquecino. Su infusionado es amarillo pálido o incoloro. Su infusión es ligeramente dulce en sabor y poco distinto que el verde.
También se ha utilizado durante mucho tiempo por sus beneficios para la salud y la actividad antioxidante vital en el cuerpo. Los chinos han utilizado el té, incluyendo a esta singular bebida durante siglos por sus propiedades medicinales.
La personas en Extremo Oriente se consume esperando conseguir la sabiduría y la buena salud. Con baja cafeína y alto antioxidante, es una buena alternativa para el café.