La taza de té como mensaje de bienestar
Al igual que vajilla habitual en los eventos sociales, la taza y por ello la taza de té, ha obtenido un peculiar simbolismo de objeto representativo del clase social e incluso el lujo.
La sinergia de componentes culturales aglosajones y asiáticos, por emplear un ejemplo entre muchos, se ha reflejado desde el siglo XVIII en el uso y abuso de la taza como status social. Y así, el té del mandarín chino relacionaba con la costumbre sajona del té de las cinco, refinamiento social que durante los últimos siglos se ha representado en distintas expresiones de las bellas artes (cuadros, esculturas, poesía, etc).
Una historia sobre la taza de té.
Un grupo de empresarios, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se reunieron para visitar a su antiguo maestro de escuela.
Rápidamente el encuentro se centró cerca del alto estrés que les provocaba el trabajo y la vida en general.
Al rato profesor les ofreció té. Se dirigió a la cocina y en pocos minutos volvió con una tetera grande y una selección de tazas de lo más distiguida: de porcelana, plástico, vidrio, cristal - unas sencillas y de poco valor, otras con decoraciones, unas exclusivas y otras realmente impresionantes.
Lentamente les dijo que tomaran una taza y se sirvieran un poco del té recién infusionado. Cuando lo hicieron, el viejo maestro se aclaró la garganta y con mucha tranquilidad y benevolencia se dirigió al grupo.
Se habrán percatado de que todas las tazas que tenían mejor aspecto, se terminaron primero. Después quedaron algunas de las más sencillas y baratas; lo que es natural, ya que cada quien desea lo mejor para sí mismo. Esta es realmente la causa de muchos de sus problemas en relación al "Stress".
Continuó, en esto les aseguro que esta taza no cambió en absoluto la calidad de este té, en verdad la taza solamente disfraza o reviste lo que bebemos.
Lo que ustedes querían era el té, no la taza, pero instintivamente buscaron las mejores, después se pusieron a mirar las tazas de los demás.
Ahora reflexionen sobre esto: Nuestra vida es el té. Los empleos, la riqueza, el estatus social, etcétera son simples tazas, que le dan forma y soporte a la vida. El tipo de taza que tengamos no define ni altera realmente la calidad de vida que tenemos. A menudo, por fijarnos principalmente en la taza dejamos de disfrutar el té.