TÉ NEGRO
Tenues aromas de todo el mundo.
Si lo tuyo es un Darjeeling de aroma floral, un Assam oscuro y condimentado o mejor un Ceylon de tierna hebra, cítrico y frutal. El té negro no para de deslumbrar asombrar por su multiplicidad en cada sorbo.
Desde Reino Unido hasta la victoria.
Hasta entrado el siglo XIX, en Europa se bebía casi solamente té verde traído de China. Cuando los británicos comenzaron a fabricar tés negros en sus colonias, la bebida comenzó su triunfal popularización en la sociedad occidental. Actualmente, hay tés negros alrededor de todo el mundo. Junto a los países fabricantes clásicos: China, India y Sri Lanka, otros países del este se han desarrollado como importantes productores al igual que Rusia, África o Sudamérica.
Primero verde. Luego negro. Luego aromático.
Para su fabricación se enroscan las hojas cosechadas después de secarse. Con este proceso se rompen las paredes de las células provocando la pérdida del fluido celular. Se sigue con el proceso de fermentación de 35 a 40° C, en este las hojas por la oxidación se tiñen de tonos que van desde un marrón rojizo, hasta un negro intenso. Para terminar, a través del proceso de secado, el té se puede mantener hasta que una vez en la tetera pueda desplegar sus Tenues aromas. El té negro encierra curtientes y minerales, a la vez que vitaminas, aceites etéreos y cafeína. No obstante, en comparación con el café éste actúa más despacio en el organismo. Los curtientes actúan como relajante en el estómago. Para la preparación es necesario estar advertidos esto: La intensidad de su sabor cambia de una forma clara dependiendo del tipo, de manera que cada uno de ellos tiene que ser preparado de acuerdo a instrucciones individuales.
Normalmente se pone una cucharada por taza y a partir de 5 tazas una cucharada extra para la tetera. Mientras más ligero sea el té, menos debe ser el tiempo de infusión. Un Darjeeling requiere de 2 a 4 minutos. A diferencia de un té Assam más maltoso y fuerte, que se podría dejar unos 5 minutos. Por convención general, el té que precisa de una infusión de 2 minutos, actúa de estimulante. Si este tiempo de infusión sobrepasa los 5 minutos, el té funciona como relajante.