Té helado a la hierbabuena

Hoy queremos deleitaros con el placer de un té helado a la hierbabuena. Es muy sencillo, rápido, económico, refrescante y sano. Tiene todo lo que esperas y necesitas para bajar el calor de una tarde de verano.

La hierbabuena, como casi todas las plantas, tiene muchas propiedades útiles. Es antiespasmódicas, carminativa, antiséptica, analgésica, antiinflamatoria y sobre todo, estimulante.

La manera más popular de usar la hierbabuena es haciendo infusión con sus hojas. Con esta infusión se ayuda a tratar los problemas de indigestión, gases intestinales y las inflamaciones del hígado. También actúa sobre la vesícula biliar al activar la producción de la bilis, además de aliviar los mareos y dolores.

Contiene una fuerte carga de mentol como principal componente activo. Puede a su vez actuar directamente sobre los nervios que transmiten la sensación del dolor, amortiguando así tal sensación.

También tiene un importante aporte de mentona, felandreno y limoneno.

Té helado a la hierbabuena

Ingredientes

Para un litro de té helado

  • Un medio litro de agua (Si la de tu ciudad es muy dura, usar agua mineral)
  • 20 gr de té verde, el que más te guste. Nosotros lo hacemos con té verde Gunpowder.
  • 250gr de hielo picado. Lo puedes hacer con la Termonix si la tienes, tardas unos segundos.
  • Un manojo de hierbabuena, unos 30-40 gr.
  • Edulcorante al gusto (Estevia, azúcar de caña, azúcar blanquilla)

Preparación del té helado a la hierbabuena.

  • Calentar el agua en una hoya o en una Kettle.
  • Hacer la infusión con el té verde. Normalmente esto no necesita más de minuto y medio, dos minutos máximo. Utiliza una tapadera para que los aromas no se volaticen.
  • Dejarlo por más tiempo puede llegar a margar. Reserva las hojas de té sin que sequen, puede utilizarlo para otra infusión más tarde pero con menos agua.
  • Dejar que el té pierda algo de temperatura poco a poco. No lo metas en el frigorífico directamente.
  • Antes de meterlo en el frigorífico añádele el edulcorante que uses normalmente al gusto.
  • Pica la hierba buena en trozos grandes y remuévelo todo.
  • Déjalo reposar en la nevera hasta que coja una temperatura agradable.
  • Antes de servirlo, cuélalo para eliminar los trozos de hierbabuena por si te molestan.
  • Sírvelo en unos vasos bonitos, mitad hielo, mitad infusión y añade una ramita de hierbabuena fresca para darle más aroma al tomarlo.

El té verde normalmente es poco aromático y con un sabor ligeramente amargo, recuerda no dejarlo mucho tiempo en el agua caliente. La infusión fría obtenida es verdosa y muy refrescante.

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